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Arte nacional

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Joseph Cáceres

Todo el mundo bailando

Una de las mejores demostraciones del auge que experimenta el espectáculo en República Dominicana lo constituyó el éxito de la presentación del concierto “The Hits” del cantante mexicano Emmanuel en la sala principal del Teatro Nacional.

No solo por el lleno total de la platea, los balcones, los palcos, sino porque fue necesario habilitar butacas adicionales en la zona del foso del escenario, así como el aprovechamiento de espacios libres en las esquinas para colocar espectadores, con lo que se logró una capacidad de aforo pocas veces vistas en la principal sala de espectáculos del país.

Tras las restricciones que impuso la pandemia en los últimos dos años, se manifiesta una sorprendente avalancha de llenos totales en los bailes, conciertos y espectáculos que se presentan en el país.

Las giras de las grandes figuras internacionales de la canción popular que llegan al país, (en ocasiones en una misma semana, y coincidiendo hasta en fecha), se verifica un éxito total, como también en los bailes de las orquestas en discotecas, donde se han establecido récords de asistencia, como el de Tony Vega en Jet Set, y las tres bailes amenizados, en el menor corto tiempo, por Héctor Acosta, con llenos totales, en el mismo establecimiento.

Las presentaciones en el Teatro La Fiesta del Jaragua, en el hotel Barceló Lina, Hard Rock Café, Plaza Sambil, Escenario 360, Anfiteatro Altos de Chavón, lucen todas abarrotadas de gente, lo que ha llamado la atención de promotores de espectáculos que operan en la ciudad de Nueva York, que se han decididos por trasladarse al país a realizar sus actividades, para aprovechar el boom y la efervescencia que está teniendo el “show business” en la República Dominicana.

No solo los eventos de los urbanos, sino también los baladistas, salseros, merengueros, bachateros, y los típicos se están sirviendo del “guiso” que le hja deparado el inusitado apoyo del público a todo lo que se hace.

Atrás quedaron las lamentaciones, las quejas, y los reclamos de la gente del arte por la situación imperante en otros tiempos, que terminaban culpando al gobierno o reclamando su apoyo. Se olvidaron ya de las llamadas “fiestas populares”, que como ayuda a la clase auspiciaba el gobierno, provocando variopintas controversias y chismoteos, en vez de aplausos.

Todo eso ha quedado atrás, junto al escándalo de los famosos 100 millones para los artistas en las navidades del antepasado año.

Por: Joseph Caceres
josephcaceres.net

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