Una línea de subte (metrovía) dentro de un edificio capaz de moverse en varias direcciones, pero con un sólo vagón y sin conductor. La idea parece algo vaga pero es una descripción que explica el funcionamiento del primer ascensor sin cables del mundo.
Es el elevador «multi», desarrollado por el conglomerado alemán Thyssenkrupp, el cual acaba de probarse por primera vez en una torre de pruebas de 246 metros en Alemania.
La inmobiliaria OVG Real Estate lo estrenará en la torre East Side, su nuevo edificio en Berlín, que quiere convertir en «la oficina más sustentable del mundo» y abrirá sus puertas en 2018. El ascensor sin cables estará en pleno uso entre 2019 y 2020.
Su sistema consiste en varias cabinas que funcionan en bucle y se mueven mediante un conjunto de frenos de varios niveles, los cuales envían datos a una red inalámbrica entre las unidades y el centro de control.
Este elevador sin cables usa la premisa básica de un sistema circular, incorporando varias cabinas. Su velocidad es de 5 metros por segundo y promete «un acceso casi constante a una cabina cada 15 a 30 segundos, con una parada de desplazamiento cada 50 metros».
Rapidez y espacio
Deshacerse de los cables de los ascensores tradicionales se traduce en ganar tiempo y espacio, dijo Andreas Schierenbeck, director general de Thyssenkrupp, quien aseguró que este cambio «marca un hito en la revolución de la industria de los ascensores».
«Los pasajeros disfrutarán de tiempos de espera reducidos y, gracias a la opción de entradas dobles en la planta baja, mejora significativamente la facilidad de acceso en los grandes edificios», agrega la empresa.
Pero la rapidez no es la única novedad. «No sólo reducirá el tiempo de espera de los pasajeros, sino que necesita un menor espacio dentro de los edificios», explicó Schierenbeck.
Según la compañía su elevador inalámbrico «requiere de un menor hueco que los ascensores convencionales, por lo que puede aumentar el área útil del edificio en hasta un 25%». La diferencia es abismal. Hoy día, el hueco que se destina a los ascensores y las escaleras mecánicas suele ser de hasta un 40% en edificios de gran altura, a nivel general.
Antony Wood, director ejecutivo del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas en inglés) dijo que «este es, quizás, el mayor desarrollo en esta industria desde la invención del ascensor de seguridad hace 165 años».
La firma asegura que el ascensor «requiere de mucha menor potencia que la demanda actual. Beneficiaría, por lo tanto, a constructores como a pasajeros.
Desventajas
No es posible construirlo en cualquier lugar, aunque el sistema «no está limitado por la altura del edificio», la altura ideal para instalarlo comienza a los 300 metros.
Para su construcción hay que contar con materiales específicos que sean más ligeros, como los que están compuestos de carbono para reducir el peso del aparato.
El aparato podría ser costoso. El sistema se rentabilizaría en unos 10 años.
Esta tecnología apenas está empezando a despegar. Y «viajar» mucho más allá de la industria los elevadores. Una de las opciones es usar el sistema dentro de la red de subterráneos de grandes ciudades, mejorando la accesibilidad a las plataformas con cabinas de ascensores que conecten la parte subterránea con la superficie en apenas unos segundos.
Habrá que esperar unos años para ver qué pasa. Mientras tanto, a seguir tomando ascensores con cables. Y, como mucho, el ascensorista -si lo hay- nos preguntará: «¿Subes o bajas».