No es verdad que el PRM es una organización nueva. Es el mismo PRD y si le reduzco algo diría que es un desprendimiento de más del 90% del otrora todopoderoso “buey que más hala”, que tuvo mística, himno, ideología y líderes de la estatura de Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez. El PRD, con el 47% obtenido en el año 2012, tenía una media de votación, en certámenes electorales nacionales, superior al 40%.
En el año 2016 participó como PRM y la JCE le otorgó un 35%, pero un técnico del mismo organismo le confesó al suscrito que obtuvo un 41% y que le robaron cinco senadurías. Esa votación se alcanzó con Luis Abinader, pero también se hubiera logrado con Hipólito, Guido Gómez, Ramón Alburquerque, Eddy Olivares o cualquier otro dirigente. Solo en circunstancias muy desfavorables ese segmento político ha recibido del electorado un número menor al 40, como efecto ocurrió en los procesos de 1966 y 1990.
Este dato viene a colación porque al presidente Abinader le vienen metiendo en la cabeza que el 53% del 5 de julio del 2020 fue él que lo sacó y no faltan ahora quienes lo califiquen de “fenómeno político”, lo que podría explicar el trato de desprecio que se observa hacia muchas personas que hicieron posible el triunfo electoral.
Al PRD-PRM se le percibió siempre como el partido de los pobres y de personas de clase media, por lo que constituye una negación a sus raíces la conformación de un Gobierno de la oligarquía. El doctor Hugo Tolentino, con mucha anticipación a su muerte, había vaticinado lo que presenciamos hoy, pero también los extintos Ivelisse Prats y Tirso Mejía Ricart, grandes intelectuales y dirigentes históricos del PRD-PRM, escribieron artículos señalando que Abinader está trillando un camino equivocado.
Fafa Taveras, octogenario y luchador histórico que aún vive, ha reiterado lo equivocado que está Luis, al negarse a gobernar con los perremeístas, a los cuales parece no tenerles confianza y descalifica en término curricular, a pesar de que el PRM, al igual que los demás partidos, es una muestra de la sociedad dominicana. ¿O acaso tenemos algún partido de chinos o de japoneses? Todos somos dominicanos.
Luis Abinader en vez de consultar a Ramón Alburquerque y a Fafa Taveras, ambos del PRM-PRD, prefiere la asesoría de Lisandro Macarrulla y de Celso Marrinzini. El doctor Peña Gómez es el líder histórico de los perremeístas, pero nunca recibe mención por Luis. ¡Ay Peña Gómez!

