Editorial

Bailoteo

Bailoteo

El simple desmentido a una información harto confirmada sobre el pugilato entre políticos por el control del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) no disipa la crispación que causa en amplios sectores nacionales la posibilidad de que esa institución se degrade al nivel de botín de guerra.

La versión publicada por El Nacional, de que personas que se identifican como seguidores de dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) indagan en departamentos del IDAC sobre salarios y posiciones ejecutivas, ha sido desmentida por Víctor Gómez Casanova, Rafael Suberví Bonilla y Luis Ernesto Camilo.

Esos dirigentes niegan que dentro del PRD se escenifique una pugna por la dirección de ese organismo rector de la aviación civil y comercial y atribuyen la especie a un supuesto propósito de dañar la imagen de esa organización aliada al Gobierno.
Al respecto, este periódico reitera que gente que se identifica como seguidores de esos dirigentes indagan sobre cargos y salarios en el IDAC, al punto que provocan desasosiego entre empleados y técnicos de esa institución.

A El Nacional ni le va ni le viene que el presidente Danilo Medina ratifique al actual director ejecutivo del IDAC o que nombre en el cargo a cualquier ciudadano de cualquier partido o religión. Lo que se ha revelado es la existencia de un pugilato entre perredeístas por su control.

Después de varios años sometido a intensas auditorías de gestión por parte de la Organización de Aviación Civil (OACI) y por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, el país obtuvo en 2008 la Categoría Uno que permite a aerolíneas locales aterrizar en aeropuertos estadounidenses con tripulación nativa.

Ese vital peldaño para relanzar la industria nacional del transporte aéreo fue alcanzado porque el IDAC mantuvo una línea de trabajo sustentado en lo técnico y no en el clientelismo político, como lo demuestra el hecho de que fueron aprobadas todas las leyes que conforman el marco jurídico exigido para sacar al país de ostracismo en materia aeronáutica.

Las apetencias políticas, por legítimas que sean o parezcan, no pueden poner en peligro el ranking alcanzado por República Dominicana, ante la posibilidad de que el IDAC forme parte de un bailoteo entre dirigentes perredeístas que pelean por una tajada del pastel.

El Nacional

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