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Bonos de prisa

Bonos de prisa

La prisa con que el Senado aprobó la colocación de bonos por 284 mil millones de pesos para sustentar el presupuesto de 2022 no deja de plantear sus interrogantes.

Se puede interpretar que con la decisión los senadores oficialistas quisieron dar una demostración de fuerza y unidad frente a los argumentos de una oposición que cuando era mayoría actuaba de la misma manera.

Pero el asunto no está en hacer saber quien es que manda, sino en discutir sobre la necesidad de los recursos y los programas a que serían destinados.

Desde que se asumieron como instrumento financiero los bonos han tenido un sabor agridulce para la población. Como si se estuvieran esperando los bonos fueron aprobados de urgencia, en dos lecturas consecutivas, sin dar tiempo a la oposición ni siquiera para desahogarse.

Sin importar que de esa manera actuara la oposición cuando controlaba la cámara el procedimiento es antidemocrático, además de propiciar sus naturales conjeturas. La mayoría no es para imponer su criterio ni para usar con el propósito de dar demostraciones de fortaleza o unidad ante las críticas o desacuerdos de los legisladores opositores.

El Nacional

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