A base de pura especulación, viajemos al fondo de un agujero negro. Los agujeros negros son el santo grial de la física moderna. Sabemos que estos objetos existen, entendemos cómo se forman, a partir de estrellas colapsadas, pero no estamos seguros de qué hay ahí adentro.
Los agujeros negros tienen una frontera llamada “Horizonte de sucesos” que representa un punto de no retorno. Como la gravedad ha adquirido una carga infinita dentro de ellos, habría que alcanzar una velocidad infinita para poder escapar de su influjo, o sea, movernos más rápido que la velocidad de la luz, lo que es imposible.
Entonces la pregunta es: ¿Qué pasaría si cayéramos en un agujero negro? Desde una perspectiva “hoyonegrina”, nos enfrentaríamos a una situación bizarra cósmica, donde las leyes de la física, la química y las matemáticas, el tiempo y el espacio dejaron de tener sentido. Pasado, presente y futuro estarían apelmazados en un solo instante perpetuo.
Como todos estaríamos compactado en el todo, seríamos parte de una masa de curvatura infinita, pero ya no de tres dimensiones, sino de dimensiones infinitas, imaginemos como si tuviéramos un cubo de Rubik que en lugar de 6 caras tuviera 6 trillones de caras, por decir un número. ¿Qué locura, eh? Recuerde, querido lector, lo primero que se perdería al entrar en un agujero negro es la realidad habitual. ¿Qué le parece?