El ombligo: la misteriosa isla de Pascua se llama Rapa Nuí en idioma polinesio, que significa “El ombligo del mundo”. Se trata de una isla remota de Chile ubicada en la Polinesia, en medio del océano Pacífico a 3700 km del continente, por lo que es el destino turístico más alejado de tierra firme del planeta. Fue declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad. Sus inmensas cabezas representan uno de los más importantes misterios de la historia antigua.
Las enigmáticas líneas de Nazca son antiguos geoglifos que se encuentran en el estéril desierto de Nazca, en Perú. Están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas hasta complejas figuras zoomorfas y geométricas que aparecen trazadas sobre la superficie terrestre.
Desde 1994 el Comité de la Unesco ha inscrito Las líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio de la humanidad. La palabra Nazca significa “El ombligo del mundo”. El mismísimo imperio Romano se denominaba a sí mismo “Umbilicus orbis” o “El Ombligo de todo”.
México es un topónimo de origen náhuatl, que significaría “El ombligo de la luna”. Los aztecas se fueron muy lejos para buscar su identidad, pero ¿por qué en la Luna? Sin embargo, con el ombligo hay mucho más: tribus regionales hablan del “Ombligo de la noche” y “El Ombligo de las fuerzas del Inframundo”.
Viejas leyendas nórdicas hablan del «Ombligo del mar» y el «Ombligo de las estrellas», aludiendo a sus dioses. Antiguas culturas sumerias se proclamaban como “El ombligo de la vida”, “El ombligo de los 20 mundos” o incluso, “El ombligo del alma”. Pueblos de Mesopotamia aluden ser “El ombligo del tiempo” o “El ombligo de la naturaleza” y hasta “El ombligo de los dioses”. ¿Qué le parece?