El empresario José Miguel González Cuadra, presidente del Centro Cuesta Nacional, dirigirá de manera honorífica la Comisión de Readecuación de La Barquita, proyecto que procura sanear y transformar ese asentamiento en la margen oriental del río Ozama, lo que constituye un valioso ejemplo de responsabilidad social empresarial y de colaboración entre el Gobierno e iniciativa privada en el combate a la pobreza.
González Cuadra aceptó el pedido que le hizo el Presidente para que coordinara el grupo de trabajo que acometerá tan trascendental obra, que incluye la construcción de dos mil viviendas, el reordenamiento territorial y el levantamiento de un barrio modelo sobre lo que es hoy una penosa villa miseria.
Se reconoce que el empresariado encabeza o participa en la ejecución de diversos proyectos vinculados con la vivienda, medio ambiente, salud, educación, investigación científica, crédito, generación de empleo, promoción de la mujer y la juventud, pero se requiere de una mayor participación y protagonismo del sector privado en acciones directas que procuren equidad social.
La experiencia gerencial y administrativa, así como la vocación de servicio de un liderazgo privado de altísima calidad sería de gran provecho en los afanes de construcción de una sociedad más justa, por lo que el proyecto de La Barquita ha de convertirse en guía y acción de lo que debe ser una auténtica alianza entre Gobierno y empresarios para impulsar y vincular desarrollo y justicia.
Aunque el involucramiento directo del empresariado en la ejecución de programas sociales no garantiza la solución a la pobreza o de falta de oportunidades, su participación consolida la esperanza de que esos flagelos sean superados más temprano que tarde, como ha señalado el empresario González Cuadra.
El sector La Barquita, escenario hoy de un doloroso drama de hacinamiento y marginalidad, será impactado por una acción conjunta entre Gobierno y sector privado, que procura transformar ese hábitat en términos inmobiliario, urbanístico y en asistencia de servicios básicos, para que sus residentes superen la condición de meros habitantes y se conviertan en ciudadanos.
Se aplaude el gesto del presidente Medina de solicitar a un empresario de reconocida capacidad profesional y calidad humana, como lo es el presidente del Centro Cuesta Nacional, que asuma la dirección de un proyecto de tanta envergadura social y humana, lo que representa también un reconocimiento a la responsabilidad social que exhibe gran parte del sector productivo nacional.
En las sociedades más avanzadas del mundo de hoy, la participación de la iniciativa privada en diseño y conducción de grandes proyectos sociales forma parte de las principales matrices de crecimiento, desarrollo y equidad, que a su vez constituyen soporte esencial de la democracia política. ¡Manos a la obra!

