El nuevo vocero del gobierno, empresario y ministro José Ramón Peralta, al igual que otros funcionarios y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, han denunciado una supuesta campaña mediática en contra del Presidente Danilo Medina, que busca “dañar su imagen”, pero sin aportar un solo elemento que lo pruebe mínimamente.
“Una campaña” de esa proporción supone la decisión de un partido o grupo específico con un propósito determinado para lo cual hay que disponer de cuantiosos recursos económicos y medios de comunicación para crear fuertes corrientes de opinión en una dirección.
Orquestar una campaña para dañar la imagen del Presidente Medina, como se ha denunciado, es muy difícil porque el partido de gobierno controla la mayoría de los medios de comunicación –y los comunicadores también- con una inversión millonaria que supera la imaginación.
(Si este año el gasto en publicidad y propaganda en los medios es de diez mil millones de pesos, será duplicado y hasta triplicado conforme avance la campaña electoral porque la reelección del tiburón podrido y los principios al zafacón no tendrá límites. La zafra electoral del oficialismo será larga y costosa).
El poder mediático y el dinero los tiene el gobierno, no la oposición. Podrán aparecer publicados artículos, y comentarios casi de contrabando en algunos medios, fundamentalmente digitales; se podrán escuchar voces aisladas en radio y televisión, incluso podemos leer criticas ácidas en las redes sociales que no pueden ser secuestradas por las autoridades, pero sin fuerzas para competir ni crear una opinión pública paralela tan poderosa como la del gobierno.
No hay tal campaña sucia, asquerosa, vil y rastrera, como dijeran las bocinas, los megáfonos y las velloneras bien pagadas del oficialismo que les hacen coro a los “Megaministros.”
La “denuncia” busca meter miedo, evitar que los periodistas y comentaristas que tienen la osadía de criticar y condenar los actos de corrupción, cada vez mayores, y las promesas incumplidas del presidente en sus visitas “sorpresas”, etc., sigan en esa labor.
La denuncia del Primer Ministro, Ramón Peralta pretende, de igual modo, detener la “cuesta abajo en su rodada” del presidente candidato a la reelección que ya está en menos de un 50% de popularidad. ¡Y bajando! No es campaña mediática, es que Danilo se desploma vertiginosamente.
Y no es para menos, con un gobierno caracterizado por la mediocridad, la incompetencia, la falta de planificación, endeudamiento extremo, desempleo, inseguridad, delitos, crímenes, mentiras, demagogia, clientelismo, impunidad, megacorrupción, tráfico de influencia y mafias. Con lo que sucede, Danilo debería tener cinco o diez puntos.