Buenas intenciones
Señor director:
Algunos educadores, activos e inactivos, percibimos que el Ministro de Educación, Andrés Navarro, está realmente empeñado en mejorar la calidad de la educación, la cual se encuentra en un marasmo vergonzoso por culpa de anteriores ministros politiqueros quienes obviaron la relevancia de ese importante ministerio y metieron de lleno la politiquería que lo chusmatiza todo. Ni siquiera una maestra de maestros que fue ministra pudo ser una excepción loable, pues en su gestión inició la división de la clase magisterial en peledeista y no peledeista. Esa ministra y quienes las sucedieron se perdieron en lo claro, y por más que nos esforzamos algunos no pudimos convencerlos de que no era viable mezclar la política educativa con la política partidista.
El daño que hicieron a la educación es sin precedentes, pero el actual ministro nos revive la esperanza de que la educación se salga del letargo y el caos en que la metieron “autoridades educativas” y algunos “representantes de ADP”, politiqueros sin parangón, mal que les guste son los responsables del colapso de la calidad.
El ministro entiende que la educación es un problema de todo y lo externo en uno de sus encuentros con diferentes actores educativos. Ese decir nos agradó, máxime a quienes nos afectó que eso tan elemental no lo entendieran los politiqueros, que se dedicaron a la malsana tarea de discriminar a educadores buenos, porque no eran del partido gobernante. A muchos nos extrañó ver a esos divisionistas de la clase más grande del país en esas reuniones, quizás quieren lavar y sanear su conciencia de esa “mancha indeleble” e imborrable que infligieron al sistema educativo, que por razones obvia debería ser lo más nítido del país.
La mancha indeleble, es un libro del profesor Juan Bosh y con él y otros libros hediondos a grajo debajo del brazo, andaban por doquier mucho peledeistas, pero luego de su arribo al poder algunos comprobamos que nunca han leído una obra de ese famoso cuentista.
Ojalá el ministro entienda que: “de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno” y que a nadie lo evalúan por lo que comienza, es por lo que termina. Siendo así es pertinente que tenga ojo avizor con los politiqueros. Siga visitando las escuelas y hablando con los docentes y los estudiantes, pues a fin de cuenta son quienes proyectan la calidad y generalmente son más veraces que directivos títeres de los politiqueros que entienden las escuelas como comités de bases del PLD.
Atentamente,
Teresa Gómez