CARTA DE LOS LECTORES

Fusilamientos

Señor director:

¨Ajusticiar¨, ¨mano dura¨, ¨Dar pa’bajo¨, y el ¨paredón¨, les recomiendan diputados al jefe de la Policía Nacional. Y duele tener a legisladores con actitudes propias de los regímenes dictatoriales y haciéndose ignorar algo tan elemental como esto: la violencia genera violencia. Si así no fuera, con los delincuentes matándose unos con otros y los policías matándolos con los ¨intercambios de disparos¨, como ha sucedido desde hace tiempo, aquí los actos delincuenciales serian mínimos. Sin embargo, crecen como la verdolaga, y aterrados estamos los amantes de la paz, pues por doquier pululan los bellacos y hasta en nuestras casas estamos inseguros.

Quienes deberían predicar con ejemplos, atónitos nos dejan con sus pachotadas y nos preguntamos: ¿En manos de quién estamos? ¿En qué parara este país con tantos violadores de las leyes arropados por el manto de la impunidad? Muchísimo indigna saber que los ministros y legisladores generalmente no sean una excepción, pues los vemos en menesteres que no les competen, pero las críticas les importan un comino, y llenarían varios tomos con la que reciben por el lujo de que hacen gala el odioso barrilito, más otros privilegios que los descalifican moralmente, para cuestionar y sugerir sanciones a los bribones que llegan hasta el crimen en aras de conseguir dinero fácil.

En vez de promover más violencia de la que tenemos, hay que abogar por un sistema judicial con autoridades idóneas, que apliquen la ley sin discriminación, así en un futuro no lejano podríamos disfrutar de un ambiente menos caótico y mas armónico. Ahora en navidad es necesario que los dominicanos de buena voluntad moderemos el lenguaje, asumiendo el proverbio que dice ¨de la abundancia del corazón habla la boca¨, además en este hermoso mes es pertinente rememorar que con la venida de Jesús quedo abolida la Ley del Talión.

Ojalá el presidente priorice a los jóvenes,  incluyendo a los delincuentes, que no nacieron con esa tara, son víctimas de la inequidad, de los padres irresponsables y de  administradores deshonestos, además de irresponsables de toda laya que predican que lo más valioso es el dinero. Los muchachos que delinquen requieren asistencia estatal que debería iniciar con cárceles especiales para reeducarlos. Hacerlo saldría más barato que cargar con la pesada cruz de servidores públicos insaciables con el erario.

Atentamente,

Lic. Teresa Gómez.

Santo Domingo.