Vandalismo en la UASD
Señor director:
De la UASD somos egresados mis hijos (incluyo mi sobrina)y yo, por eso me irritan mucho las ocurrencias de hechos violentos y vandálicos en esa academia, promovidos por antisociales camuflados de estudiantes y empleados. Y a todos los que amamos esa universidad nos duele y peor aún nos invade la ira, a pesar de saber que es uno de los 7 pecados capitales. Particularmente ahí estudié en la década de los 70 y saben mis contemporáneos lo difícil que fue, porque los gobiernos los encabezaba el doctor Joaquín Balaguer Ricardo, un déspota ilustrado y remanente de los gobiernos tiránicos y oprobiosos de Rafael Leónidas Trujillo.
Los estudiantes nos movilizábamos en los liceos, pues existían los grupos estudiantiles, apéndices de los grupos de izquierdas y cuando llegábamos a la UASD éramos diestros en esos menesteres y más los egresados del liceo Juan Pablo Duarte, que era el más belicoso del país. En la universidad las movilizaciones eran recurrentes y las agresiones policiales con tiros y bombas,los estudiantes (no santos) las repelíamos con piedras y epítetos contra Balaguer, que ni siquiera se inmutaba cuando mataban un estudiante, siendo el comandante en jefe de los policías represivos decía, que ese hecho era aislado. Cada grupo estudiantil tenía su local pequeño y quienes pertenecíamos a los grupos nunca vimos en esos locales un arma de fuego, pues lo usual era confrontar las ideas.Lamentablemente en la actualidad hay unos vándalos y promotores de la violencia cuyas diferencias pretenden resolverlas a tiros limpios.
Y hay que decirles no, a quienes parece ser quieren convertir a la universidad más vieja del nuevo mundo en tierra de nadie, como si no fuera suficiente la violencia que nos arropa y aterra , porque en nuestro país los hechos violentos son un día si y el otro también. A veces salen tantos crímenes y agresiones, que muchos nos resistimos a abrir los periódicos y a ver los medios televisivos con crímenes espeluznantes, que horripilan y dan miedo.
En los centros educativos del nivel que sea no pueden cohabitar los promotores de violencia y a quienes la protagonicen hay que aplicarles todo el peso de la ley y sancionarlos. Mucho esperamos que la permisividad que es una epidemia en el país no arrope a los que intentaron dañar las elecciones de la UASD, pero no se les dio, lo cual no es óbice para pasar por alto su salvajismo.
Atentamente,
Lic. Teresa Gómez

