Deshonra a Duarte
Señor director:
Todas las gentes que valoramos, admiramos y reconocemos los méritos del patricio Juan Pablo Duarte como ideólogo/forjador de la nacionalidad dominicana y luchador sacrificado por una República independiente, soberana y libre de toda injerencia extranjera, debemos abogar porque se sustituya el nombre de la longitudinaria Avenida Duarte que atraviesa de sur a norte el Distrito Nacional, por otra vía mas decente, limpia y honrosa que la que hoy lleva nombre.
Sería de justicia que la calle o avenida que lleve el nombre del más histórico dominicano sea una vía decente, limpia y atractiva a la vista de quienes trabajen, vivan o transiten en ella. No debe ser una vía asquerosa, promiscua y arrabalizada que lleve su honroso nombre. Ningún héroe ni mártir meritorio, y menos el de mayor dimensión de los padres de la patria, merece llevar el nombre de una avenida que como es el caso, es un basurero tan sucio como cualquier incipiente vertedero.
Salvo un reducido tramo de la aludida avenida, esta parecería un carril del más hiervo y descuidado cañaveral del Estado que en vez bagazos y plantaciones de caña es un depósito de anafes, estufas, tanques de gas, trapos, ropas, maletas, bultos, ladrones pobres, prostitutas, frituras, carretillas, casetas y todo tipo de tarantines. No tenemos identificadas calles ni avenidas para esta propuesta, pues de esto se encajarían las autoridades correspondientes; las mismas autoridades que han permitido y hasta propiciado que se denigren las condiciones de la actual Avenida Duarte.
De esta propuesta esperamos recabar apoyo de entidades, ciudadanos/as que reconozcan la dimensión de este grande hombre de carne y hueso como usted (lector) y como nosotros, que tuvo el acierto y la voluntad patriótica, social y humana de concebir este excepcional proyecto y luchar por él hasta consumarlo y entregárnoslo mayor de edad y con su cedula de identidad legal y legitima, como es la “Constitución Dominicana.” Poco importa si rotulan como tal una calle de menos o mas de cien metros, lo que importa es que no denigre su nombre, su memoria, su distinción ni su honor.
Tal vez se les ocurra a las autoridades escoger la avenida Méjico, larga y muy transitada, sobre todo en vehículos. Es una avenida más limpia, más decente y poco arrabalizada. En las condiciones que tiene la Duarte ahora, es como tirar a un basurero: su memoria, su bandera, su himno, su dignidad y su sentimiento revolucionario y humano. Por Duarte, Mella, Sánchez y Luperón debemos hacerlo.
Atentamente,
Lic. Santiago Martínez

