Caso Díaz Rúa
Señor director:
Recientemente estuve viendo y escuchando a los amigos Domingo del Pilar y Persio Maldonado en su acostumbrado coloquio sobre las noticias y la agenda del día en su programa matinal de televisión, en el cual también participaba la joven comunicadora Marjorie Espinosa.
Comentaban ellos en un tono de queja y actitud de rechazo, con lo cual me identifico, sobre la inefable decisión del Cuarto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, presidido interinamente por el juez Leomar de la Cruz, que dispone u ordena el archivo definitivo del expediente acusatorio por diversos actos de corrupción en contra de Víctor Díaz Rúa ex ministro de Obras Publicas y actual Secretario de Finanzas del partido de Gobierno, el de la Liberación Dominicana (PLD).
En su comentario, estos analistas, trajeron a colación decisiones similares dispuestas por otros tribunales de justicia de nuestro país a favor del ex Director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) Ing. Félix Bautista, actual senador y Secretario de Organización del PLD.
Hubo un momento en el que, en medio de su quejumbre, Persio Maldonado narraba que en una conversación reciente con un amigo suyo, un hombre de avanzada edad y que no ha militado nunca en las izquierdas políticas del país, le decía que dada la situación de deterioro y descomposición en que se encuentra nuestro país en los aspectos ético y moral, “esto solo se arregla con una revolución”.
Surgió entonces la inquietud, la interrogante de Domingo del Pilar, quien preguntaba reiteradamente: ¿Pero una revolución que la encabezaría quién? ¿Una revolución liderada por quién?
La interrogante se quedo en el aire, pues nadie respondió. Aprovecho este medio para decirle a mi dilecto amigo, Domingo del Pilar, y a todos los amigos lectores, que eso de quien encabece, eso de quien lidere, es lo de menos. Cuando la revolución haya de venir, quien la encabece, quien la lidere, surgirá de la noche a la mañana.
La historia nos enseña que los procesos mismos paren sus líderes. Y muchas veces estos surgen en un abrir y cerrar de ojos, y salen de donde uno menos lo esperaba.
Atentamente,
José Vicente Calderón R.
Periodista