Discurso medio vacío
Señor director:
La gente atenta y dedicada a evaluar discursos de funcionarios públicos, saca su conclusión y su verdad, coincidente a veces con lo que piensan amplios sectores de dominicanos y dominicanas. El actual ministro de Educación, licenciado Carlos Amarante Baret, tipifica entre los funcionarios del Estado cuyo estético y atractivo discurso consideran medio vacios. Esto viene a cuento porque su verborrea discursiva no se compadece con la realidad ni la verdad completa. Pero, las distorsiones en la construcción de aulas, la deficiencia de mobiliario y de personal para la tanda extendida, la tímida capacitación de los docentes y otras muchas debilidades no es lo que quiero tratar ahora, sino lo siguiente:
El Ministerio de Educación tiene una deuda con 17 meses de atraso con miles de educadores pensionados y jubilados que pertenecen a la nómina del Ministerio de Hacienda. La citada deuda proviene de un pírrico aumento salarial de 10% por indexación, que dispuso el propio Carlos Amarante Baret en febrero 2014 con efectividad a partir de enero del mismo año. Pero resulta que solo se lo aplicaron a los jubilados y pensionados del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial, Inabima, pero sin ninguna explicación razonable no se lo aplicaron a los de Hacienda. De ahí que el discurso del ministro de Educación, elocuente y convincente sea considerado medio vacío y hasta demagógico.
En una gestión educativa libre de prejuicio, con titular responsable, que respete sus propias disposiciones, y con recursos económicos y financieros disponibles, mas el apoyo del presidente de la República, no debe tener cabida esa distorsión. Pero además, que eso ocurra en el Ministerio de Educación deja mucho que cuestionar, por cuanto ese ministerio debe ser paradigma de equidad, transparencia, honestidad y respeto ante todos los ciudadanos y ciudadanas de la República Dominica.
Con este caso el Secretario de Educación desbarata con los pies lo que hizo con las manos, pues los jubilados y pensionados del sistema educativo tienen pendiente de indexación no menos de cinco aplicaciones, y esta que aunque pírrica, fue bien recibida por ese personal pasivo, pero ha sido mas la sal que el chivo, por lo menos para los despreciados por el Ministro de Educación. El gobierno en pleno debiera abandonar la manipuladora práctica del desprecio a los servidores públicos cuando pasan de activos a pasivos (por jubilación o pensión) caso que no se da con los privilegiados del poder político que se pensionan con lujosos sueldos aún con años de servicios que no llegan a dos dígitos. ¡Pague, señor Ministro!
Atentamente,
Atte.Licda. Teresa Gómez