Lo perdido

Señor director:

El joven Escaly Manuel Victoriano Paulino, era un raso de la Policía Nacional que hoy jueves 31 de diciembre del 2015, cumpliría 24 años.

Fue muerto a tiros el pasado lunes en la noche por tres hombres, entre ellos otro raso de la Policía, que lo asaltaron en Los Alcarrizos, para despojarlo de su arma de reglamento.

Victoriano Paulino transitaba en su motocicleta, viajaba acompañado de una joven, que según versiones era su novia, y quien también resultó herida de bala en una pierna.

Cuando se dio a conocer el asesinato del joven agente algunos comentaristas de la radio y la televisión reiteraron su parecer de que todo estaba perdido en este país.

Pero me parece que no, que el asesinato del joven agente, permite vislumbrar que no todo está perdido y que muchos jóvenes se preparan para un mañana mejor, a pesar de la locura que nos envuelve.

Digo esto porque Escarly Manuel a pesar de ser un simple raso de la Policía Nacional estudiaba Educación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y trabajaba duro, ahororando cada centavo, con la intención de instalar un colegio.

Para llevar a cabo los proyectos que había idealizado Escarly Manuel hay que tener vocación de servicio y decisión y sobre todo un gran amor por los demás.

El joven escogió la profesión de policía, que también implica grandes sacrificios, bajo salario y un gran sentido de justicia, como forma de escalar poco a poco en la vida.

Así como el joven agente malogrado, hay miles de dominicanos que no piensan en música urbana, ni en drogas, ni en ir a beber cerveza a un colmadón, sino en prepararse en cualquier área del conocimiento para aportar todo lo que sea posible al país.

Serán muchos los asaltantes y ladrones que asesinen a cualquier persona en la vía pública para robarle una pistola, un teléfono celular o una cartera con cualquier objeto de valor.

Pero surgirán cientos de Escarly Manuel dispuestos a someterse a las duras condiciones de los entrenamientos de la Policía Nacional para salvar a este país de esa lacra que se llama delincuencia.
La muerte del joven agente no habrá sido en vano, otros seguirán su ejemplo. Esperamos que así sea.

Atentamente,
Ruddy Germán Pérez
periodista