Docencia, estudio y lucha
Señor director:
Fue un flagrante error impedir el inicio de la docencia, después de unas largas vacaciones; teníamos que integrarnos a nuestras labores cotidianas, debatir en torno a la situación existente en el país, y la inserción de la UASD en ella, y luego, reflexivamente tomar las decisiones pertinentes. Esta institución ha costado mucho al pueblo dominicano para exponerla innecesariamente a la voracidad de sus detractores.
Existe desde los años 60 una guerra fría contra la UASD, surgió en los gobiernos del Triunvirato y Balaguer, y los gobiernos liberales que siguieron no se atrevieron a cerrar este capítulo de la vida nacional dominicana. Es hora de poner en claro frente al Estado, al Gobierno y al país, ¿cuáles son nuestros derechos? La UASD no puede seguir existiendo en la indigencia, o por la mínima, como ha sido la orientación de los gobiernos dominicanos.
Nuestro problema es llegar a ser, lo que tenemos que ser, a saber: una institución cualificada y pertinente, que cumple plenamente con sus deberes académicos y éticos, de cara al pueblo dominicano. La institución siempre ha sido un ejemplo de moralidad, y espero que esto se afiance en el porvenir, en su nómina, si fuere el caso, no puede figurar ninguna persona cobrando sin trabajar.
¿Por qué? Porque la lucha por un justo presupuesto, es un asunto económico, político y ético. ¿Con qué moral exigimos si vamos a dilapidar los recursos? La unidad de propósitos, orientada por la sabiduría y la sensatez, salvó la UASD ayer, y mirando al presente, la salvará hoy.
Los hombres y mujeres del Movimiento Renovador fueron honorables y virtuosos, abrevemos en esa fuente de bondad, vocación y entrega, y marchemos con la frente en alto hacia la conquista de nuestros derechos. Puedo testimoniar que mis maestros, siempre me vieron como un hijo, aquel muchacho que el pueblo le confiaba a la universidad, a los fines de que lo retornaran educado, formado e ilustrado al seno de la sociedad, listo para servir a la patria.
Los estudiantes son nuestros hijos, y estamos en el deber de llevarles esperanza, educación y una correcta orientación de vida. Y esto se logra con las puertas abiertas. Felicito a las autoridades y a la dirección de FAPROUASD por el acuerdo logrado y por la sensatez de los profesores y profesoras al votar por el levantamiento de paro.
Atentamente,
Rafael Morla
Catedrático de la UASD