Fórmula Giuliani
Señor director:
La delincuencia es un mal universal. Todos los países del mundo conocen de los estragos de la violencia, respaldado por los delitos comunes. Sin embargo, esa ola de sangre y de muertes no puede ser valorada y contrarrestada en base a recetas traídas a la carrera desde otros países.
Las causas que generan la violencia en la República Dominicana no son las mismas que llevan a delinquir a los jóvenes en los Estados Unidos. Copiar fórmulas exitosas en otros países ha dado malos resultados en el nuestro.
Ya tenemos el máximo ejemplo con el Código Penal, traído a la carrera por presiones de una sociedad civil que únicamene busca principalías, y tratar de ser agente impulsor de noticias, pero que en el fondo no le interesan soluciones reales a los males dominicanos.
Hace unos años Nueva York fue sacudida por la violencia, los atracos, las violaciones, la sangre y la muerte. Su alcalde, entonces Rudolph Guiliani, jugó un papel trascendental en hacer frente a ese malestar social.
Tomando en cuenta su éxito en Nueva York, Guiliani ha patentizado un programa de asesoría internacional, que tiene como meta principal entrenar a fuerzas del orden público y establecer métodos para controlar la delincuencia.
Nadie puede discutir hoy que no fuera exitoso el programa de Giuliani y que cerró brechas a la delincuencia organizada en los Estados Unidos y en especial en NuevaYork. Pero, y vale este pero, su trasplante puro y simple a la situación de violencia dominicana no es válido.
Los hechos que producen la violencia en el país, constituyen el germen de la sangre desbordada y los jóvenes descarriados. No es por moda que se cometen los atracos, versión nacional, y no es por titulares de periódicos que los jóvenes matan y caen en intercambios de disparos.
Hay que aplicar puño de hierro contra la delincuencia. Estamos de acuerdo y al parecer esa es la primera parte de la asesoría que ofrece Giuliani. Después está el mejorar el salario a las fuerzas del orden público. Un policía dominicano gana salarios de miseria, pero por un simple reajuste, los uniformados no pararan el crimen.
El método de Giuliani no planea acabar con los problemas económicos y sociales que carcomen a la sociedad dominicana. No se puede dar término a la delincuencia si usted no mejora las condiciones de vida de la población.
Atentamente,
Manuel Hernández Villeta