¿Premio a Vargas Llosa?
Señor director:
Hoy lunes 19 de septiembre el país estará asistiendo a lo que se ha considerado como la fiesta del libro y de la cultura, es decir, será la inauguración, a la 7 p.m, de la X1X Feria Internacional del Libro 2016. Anhelaba ese día para hacer acto de presencia, mas ahora lo veo imposible ya que es en el contexto de esa inauguración donde, vergonzosamente, se estará entregando, a Mario Vargas Llosa, el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña.
¿Recuerdan? Mario V. Llosa, haciendo causa común con organismos internacionales, se sumó alegremente a la sinrazón de la campaña internacional contra la República Dominicana, y a favor de la migración ilegal haitiana, atacando nuestras leyes e incluso llegó a compararnos con la Alemania nazi. Aun así, el Ministerio de Cultura, pagado con el presupuesto nacional, decidió otorgar el Premio Internacional dominicano en honor a Pedro Henríquez Ureña.
Esa elección tiene doble connotación de ofensa, pues primero este señor ha maltratado internacionalmente al país, y en segundo lugar, es una ofensa a la memoria y dignidad del humanista y hombre de letras, Pedro H. Ureña. Si este galardonado, en lugar de contentarse, sopesara bien cómo ha calado en el pueblo dominicano la ofensa con que nos distinguió, hubiera rechazado este premio, pues no se trata de un agasajo hecho por un grupo de amigos, o de un taller literario, no, se trata de un Estado ultrajado de manera ligera e irracional.
En “La Civilización del Espectáculo” uno de sus libros más recientes, Vargas Llosa critica al mundo de hoy porque la tabla de valores la ocupa el entretenimiento, la frivolidad, lo fácil. Dice además, que “La frivolidad consiste en tener una tabla de valores invertida o desequilibrada en la que la forma importa más que el contenido, la apariencia más que la esencia y en la que el gesto y el desplante – representación – hacen las veces de sentimientos e ideas” pág. 51.
Lo dicho en esta cita es lo que más se asemeja a quienes hicieron e impusieron la elección de Vargas Llosa, pues actuaron con una tabla de valores invertidos donde la esencia hubiera sido un razonamiento lógico para no obligar al país a un espectáculo que lo denigra al elevar la dignidad de quien maltrató la suya. Quienes así actuaron tienen empobrecido el orgullo y dignidad nacional, y nos avergüenza.
Hay quienes piensan que el patriotismo es un valor pasado de moda, pero ¡muy grande es su equivocación!
Atentamente,
Nieves Lidia Emeterio