El proceso contra el exprocurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, adquirió un nuevo giro con los allanamientos durante los cuales el Ministerio Público dice que le incautó siete propiedades.
El operativo desató en principio mucha confusión, pues el consejo de la defensa del exfuncionario difundió una versión diferente de la ofrecida por las autoridades.
Pero en torno al procedimiento, que la defensa de Rodríguez ha considerado un abuso, las autoridades saben que tienen que respetar el principio de inocencia y sus derechos.
Como parte de la investigación en la denominada Operación Medusa, el Ministerio Público dijo que ocupó al exprocurador un piso de 652 metros cuadrados en un edificio de la Gustavo Mejía Ricart, un local en el ensanche Julieta Morales, un apartamento en el condominio Torre Gabriela XIX.
A Rodríguez, según el procurador Wilson Camacho, también se le incautaron una villa y un solar en La Romana, entre otros bienes.
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Pero será en los tribunales que la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) tendrá que probar que las propiedades incautadas pertenecen a Rodríguez y que la supuesta red de corrupción que encabezaba manejó más de seis mil millones de pesos. El caso es espinoso, pero lo jurídico no debe mezclarse con lo político para captar opinión pública.
