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Grandes males

Grandes males

La corrupción, la delincuencia y la pobreza son males que persisten como desafíos en República Dominicana. No basta con reconocerlo, pues lo importante será siempre diseñar y aplicar políticas eficaces para combatirlos.

En el tedéum en la catedral con motivo del 180 aniversario de la independencia, monseñor Francisco Ozoria, arzobispo metropolitano de Santo Domingo, puso el dedo en la llaga al citar los males sociales.

En presencia del presidente Luis Abinader, el prelado ponderó el clima de libertades, pero sin olvidar el reto que representan la corrupción, la delincuencia y la pobreza.

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El arzobispo de Santiago, Héctor Rafael Rodríguez, también abordó en su homilía el drama de las injusticias, la pobreza y las desigualdades, males que dijo tienen que enfrentarse con responsabilidad y patriotismo.

Aprovechó la ocasión para exhortar al liderazgo político y a la población a “vivir este tiempo de elecciones con altura, civismo, responsabilidad y transparencia”.

Los males expuestos por los religiosos, que no son los únicos, no pueden soslayarse. Están a la vista. Sabido es que la solución, por supuesto, no es de la noche a la mañana ni con oraciones.

El Nacional

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