Opinión

Catalejo

Catalejo

Método de perpetuación política

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El control social al que han aspirado los aparatos del PLD y aspira el presente gobierno, conlleva una vigilancia estricta, y debo recordar que no hay control sin vigilancia, ni vigilancia sin control. Hay un tipo de vigilancia, que es más sofisticada, más peligrosa, porque esta va unida al castigo selectivo.

El método de control-vigilancia-castigo o represión viene siendo puesta en práctica desde hace algún tiempo. Los paleros de Leonel Fernández contra periodistas y manifestantes, es sólo un botón. Como en los viejos tiempos de la Iglesia Católica, siglos XIII y XIV, y en los inicios de las tesis amaurianas, los gobiernos del PLD vienen aplicando, pero con nuevo estilo: Espionaje, infiltración, delación, tortura y hoguera.

Los métodos balagueristas están intactos en el peledeismo gobernante: escudriñan y escuchan el submundo de dimes y diretes, de rumores, común o extraño, raro, de los sujetos con vigilancia especial.

Todo esto para entronizar lo que ya echa raíces: una dictadura institucional de nuevo tipo. De ahí su febril afán por controlar de forma absoluta los tres poderes del Estado, así como a la sociedad civil.

La estrategia es asegurar la dominación con los sectores más conservadores, como también del movimiento sindical amarillista, sembrar el miedo y debilitar la movilización popular contra sus desafueros.

El accionar del peledeismo desde sus gobiernos ha creado una sensación de que nada se puede obtener si no es mediante la intervención del PLD y de las instituciones que domina o pretende dominar.

Prueba la eficacia de la dependencia emocional y cognoscitiva que se alimenta de dichas técnicas “disciplinadoras”. Algo así: “nadie viene al padre (alcanzar una meta) sino por mí”. Pero el pueblo le tiene “el agua puesta”.

 

El Nacional

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