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Anulfo Mateo Pérez

Ruido y salud.-

Por: Anulfo Mateo Pérez

(anulfomateo@gmail.com).-

En los países de mayor desarrollo económico, la Medicina del Trabajo alcanza en la actualidad niveles que permiten una importante seguridad laboral, estableciéndose una adecuada prevención, asistencia efectiva a los trabajadores en riesgo, tratamiento y rehabilitación a los que escapan de esa protección.

En las enfermedades profesionales, contraídas en los centros de trabajo, pueden jugar un papel predominante las condiciones del ambiente, como son los ruidos producidos por las máquinas que se usan en esos lugares.

Estas afecciones pueden expresarse por lo general de forma lenta, solapada o disimulada y crónica. No incluyo los accidentes de trabajo, por la razón de que su ocurrencia es súbita y de evolución aguda.

Debemos recordar que los ruidos son agentes físicos, frecuentes no sólo en centros laborales, sino también en actividades lúdicas, como discotecas, salas de cine, colmadones, y vías de mucho tránsito vehicular.

En República Dominicana no contamos con todas las regulaciones para controlar los ruidos innecesarios, como leyes y disposiciones; las que existen para controlarlos son violadas constante y olímpicamente. La contaminación sónica es muy dañina, porque la agresión de esta afecta directamente el cerebro, órgano noble de nuestra anatomía, alterando el buen funcionamiento de todo el sistema nervioso.

La población en general está expuesta a los ruidos de vehículos de motor que carecen de silenciador (muffler) o en estado de deterioro, plantas eléctricas, bocinas fijas y ambulantes que recorren la ciudad.

En cuanto a los equipos de música en alto volumen, resulta mucho más dañino para la salud escucharlos en lugares cerrados o mediante uso de audífonos, porque al ser un agente físico se potenciará mucho más.

El Nacional

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