SANTIAGO. Como protagonistas los colores naranja y negro, las calabazas, fiestas, muerte, terror, disfraces, los mitos y caramelos.
Noche de zombis, brujas y fantasmas, de vivos que se ríen de los muertos, son algunas de las características de la tradicional noche de Halloween.
La celebración de Halloween se inició con los celtas, antiguos pobladores de Europa Oriental, Occidental y parte de Asia Menor. Entre ellos habitaban los druidas, sacerdotes paganos adoradores de los árboles, especialmente del roble. Ellos creían en la inmortalidad del alma, la cual decían se introducía en otro individuo al abandonar el cuerpo; pero el 31 de octubre volvía a su antiguo hogar a pedir comida a sus moradores, quienes estaban obligados a hacer provisión para ella.
Para muchos, a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos, solemnemente observada por los católicos romanos, anglicanos y luteranos, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso y para otras denominaciones cristianas, esta celebración a dado lugar a la noche del terror, de la muerte, de las brujas y los fantasmas.
Algunas de las costumbres tradicionales de Halloween conmemoran ritos y criaturas a los que la Cristiandad se han opuesto firmemente durante siglos: Augurios, adivinos, fantasmas, brujas, orgías, misas negras, cultos espiritistas y otras reuniones relacionadas con el mal.
Wilfredo Martínez, sacerdote director de la emisora católica Radio Luz, considera que Halloween reviste al mundo a los muertos y a la superstición y considera que esta práctica es una cadena de anti valores frente a la vida, de desenfreno carnal, donde se le da cabida a las expresiones propias de la brujería.
Martínez llama a promover aquellas personas que protagonizaron actos a favor de la sociedad, como la madre Teresa de Calcuta y no a esas culturas que alimentan el consumismo y los anti valores.
Para el pastor de Casa Viva, de la iglesia Metodista Libre, José Vanderlinder, la tradición de Halloween es una práctica pagana en honor al demonio, a su entender, principal figura de la muerte.
Esta fiesta, aunque a simple vista parezca inocente, distingue el sexo, a la muerte, la sangre y la miseria. Halloween realmente es un canal para engañar y mantener a la gente en un estado de sombra y consumismo, dijo el pastor.
Manifestó que en la noche del 31 de octubre en nuestro país, producto de la transculturización Norteamericana, muchas personas se disfrazan para cometer crímenes y orgías ya que el estar ocultos da paso a muchas acciones desenfrenadas puesto que nadie sabe quien está detrás del disfraz.
Norma Tavárez Martínez ve esta celebración como algo diabólico, nunca he participado de esas fiestas, pero en unas vacaciones que pasé en Estados Unidos vi la decoración diabólica que usan y confieso que quedé trastornada y sin paz.
Por curiosidad entré a un lugar donde se celebraba una fiesta de Halloween y me sentí como un desconocido porque no sabía quienes eran las personas con las que compartía, ya que estaban disfrazadas, manifestó Ignacio Ramírez, al tiempo que señaló que la ambientación le produjo impacto y una sensación que no supo describir. No obstante, catalogó esta festividad como un espacio para botar el golpe y el estrés.
Sus colores desde el punto de vista psicológico
Naranja: Es demasiado atrevido y puede crear una impresión impulsiva que puede ser agresiva. Mezclado con el negro sugiere engaño, conspiración e intolerancia y cuando es muy oscuro, opresión.
Negro: Símbolo del error y del mal. Es la muerte, es la ausencia del color.
El color más enigmático y se asocia al miedo y a lo desconocido.
Significado de la simbología
Lámparas dentro de calabazas: Representan imágenes demoníacas.
Media Luna: Representa la magia
Manzanas: Para adivinar suertes.
Murciélagos y lechuzas: asociadas a la creencia de comunicación con los muertos.
Fantasmas y duendes: mensajeros privilegiados para transitar entre los paganos.
Gato negro: Reencarnación de los muertos malvados.
Pentagrama con un círculo: símbolo de protección.
Escobas: ejercitan la energía liberada.
Esqueletos: abundan entre el anochecer y las tinieblas de Halloween.
Estrella de cinco picos con media luna: representa la magia.
Los disfraces de Halloween: podrían proceder de la idea de los druidas célticos, según se cree, los participantes en una ceremonia usaban cabezas y pieles de animales para adquirir la fuerza del animal que representaban.
La costumbre del «regalo o travesura»: Proviene de la tradición irlandesa en que un hombre conducía una procesión para recoger contribuciones de los labradores, para que los cultivos no quedaran malditos por los demonios.
Pescar manzanas en un tonel con agua: Viene de una antigua práctica de adivinación del futuro. El participante que lograba agarrar una manzana con los dientes podía contar con que le saldría bien su romance con la persona de su elección.
Las avellanas: Se usaban para la adivinación de asuntos amorosos.
Independientemente de los criterios religiosos, muchas personas utilizaran este día para distraerse, visitando casas encantadas, centros de diversión con sus respectivas fiestas de disfraces, mientras otros verán películas de terror, otros inclusive visitaran a medianoche cementerios o reuniones espiritistas con la intención de contactar con los espíritus de los muertos. Los comerciantes aprovecharán esta fecha para lanzar al mercado ofertas de confites, accesorios y disfraces alusivos al tema y así, aumentar sus ventas.
Lo humano de Halloween
Como herencia cultura de los ingleses, los norteamericanos en Estados Unidos celebran la fiesta de Halloween, no sólo con disfraces fantasmagóricos, sino con expresiones humanitarias mediante el reparto de alimentos por el Gobierno, políticos y fundaciones.

