El enfrentamiento se llevó a cabo en el estadio Moca 85, un terreno que, en lugar de un campo de fútbol, parecía más bien una piscina de barro.
El partido decisivo tendrá lugar el próximo domingo en el estadio del Cibao FC, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde se coronará al campeón de la LDF 2023.
Debido a las intensas lluvias, el terreno de juego se convirtió en un auténtico pantano, empapando y ensuciando los uniformes de los valientes jugadores, quienes lucharon incansablemente en esas condiciones adversas. Este escenario obligó a ambos equipos a recurrir al juego aéreo, con largos disparos y pocos toques terrestres.
En los minutos finales del enfrentamiento, los anfitriones tuvieron varias oportunidades de gol, pero no lograron nada.