El casino del hotel Sheraton, en la capital, cerró sus puertas el viernes, provocando el despido de más de 300 empleados. El anuncio fue hecho por Fernando Báez Guerrero, gerente de operaciones de Dream Casinos SRL, RD, quien dijo que igual situación se está dando en otros casinos de la empresa en diferentes puntos del país.
Báez Guerrero manifestó que el cierre es el resultado de una serie de incidentes por parte de turbas armadas enviadas por dos exaccionistas de la empresa. Dijo que el cierre provocó la pérdida de más de 300 empleos, sumando en total 500 los despidos hechos en los últimos meses por esa causa.
Báez Guerrero explicó que el cierre se produjo porque los clientes dejaron de visitar el negocio, como consecuencia de los disturbios provocados por esas turbas.
Sostuvo que casi siempre, los que iban alegaban que eran empleados que reclamaban sus prestaciones laborales, pero que en realidad eran turbas de antisociales que interrumpían las operaciones del negocio.
“En todas las ocasiones se llamó a las instituciones gubernamentales del orden público e hicieron caso omiso, para sacar a esos turberos de adentro del local. Esto causó un deterioro tal con la clientela, que simplemente debido al peligro que incurrían en asistir a ese casino, dejaron de asistir, provocando el cierre”, detalló Guerrero.
Declaró que, de igual forma, la empresa no ha podido reabrir el casino Jack tar Village, en Playa Dorada, Puerto Plata, cerrado luego de que la fiscal titular de esa jurisdicción, doctora Alba Iris Núñez, le diera el auxilio de la fuerza pública a Antonio Carbone y sus secuaces, los cuales sacaron por la fuerza a Andrew Michael Pajak, quien es el legítimo propietario del negocio.
“Aquí se ve claro un notorio tráfico de influencias, ya que el abogado Tavárez Fanini, defensor de los Carbone, es supuestamente el esposo de la fiscal titular. Al ver la fiscal la barrabasada que había cometido, cerca de tres meses después, tomó la decisión de retornarle el casino a su legítimo propietario el señor Pajak”.

