¿Qué Pasa?

La CNEPR y la necesidad de su redefinición institucional

La CNEPR y la necesidad de su redefinición institucional

Fachada de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR).

La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR) ha tenido, desde su creación, un recorrido institucional marcado por cambios de dependencia que reflejan más las coyunturas políticas que la claridad en torno a su verdadera naturaleza y función.

En sus primeras décadas, la CNEPR estuvo adscrita a organismos tan diversos como la Secretaría de Estado de Educación y Cultos, el Ministerio de Obras Públicas  y Comunicaciones y  la Secretaría Administrativa de la Presidencia, hasta finalmente recaer en el Ministerio de Cultura.

Cada traslado evidenció la falta de consenso sobre cuál debía ser su ubicación natural dentro del Estado dominicano.

La adscripción al Ministerio de Cultura, aunque pareciera lógica desde el punto de vista de la creación artística, resulta contradictoria. La cultura, por definición, es un espacio abierto, dinámico y libre, que se nutre de la diversidad de expresiones. No puede ser limitada ni vigilada desde un organismo que actúe como regulador de contenidos, porque ello equivaldría a ponerle barreras a lo que, por esencia, fluye sin restricciones.

La función reguladora y sancionadora de la CNEPR choca con los principios de fomento, promoción y protección de la diversidad cultural que debe caracterizar al Ministerio de Cultura.

El reglamento 824, que establece las bases de funcionamiento de la CNEPR, siempre dejó entrever que su verdadera naturaleza estaba más vinculada a la regulación de los medios de comunicación y la radiodifusión que al ámbito cultural.

Bajo esta perspectiva, y considerando que en el Congreso Nacional se estudia el anteproyecto de Ley de Libertad de Expresión, Medios Audiovisuales y Plataformas Digitales, lo más sensato sería reconocer que la institución llamada a acogerla es el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), organismo creado precisamente para organizar, supervisar y regular el espectro radioeléctrico en la República Dominicana.

El Indotel posee la capacidad técnica, jurídica y operativa para asumir el rol de la CNEPR. Al estar centrado en las telecomunicaciones, el Indotel trabaja en áreas directamente relacionadas con la radio, la televisión y los servicios de transmisión de contenidos, que son los espacios donde la CNEPR ha actuado históricamente.

De esta forma, se eliminaría la distorsión que supone tener a un ente de control de medios adscrito a una institución cuyo espíritu es fomentar la creatividad y no vigilarla.

En conclusión, mantener a la CNEPR bajo el Ministerio de Cultura es perpetuar una contradicción institucional. Si la cultura es libre, diversa y abierta, no puede estar condicionada por un organismo que regula lo que se dice o lo que se escucha en los medios.

Lo correcto es reubicar la CNEPR en el Indotel, donde su función de supervisión y regulación encuentra un espacio lógico y natural.