Tide Méndez República Dominicana tendrá que defenderse ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), que sesiona en México, sobre supuesta discriminación racial. En medio del revuelo causado por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la nacionalidad, el juicio por la supuesta expulsión a Haití de 27 dominicanos de ascendencia haitiana entre 1994 y 2000 se torna más espinoso.
Los expulsados, entre los que figuraban 17 niños, tenían, según el expediente, documentos de identidad como dominicanos.
Lo que se alega es que la medida se tomó, sin que mediara ningún proceso administrativo, por discriminación. No se sabe si ahora el Estado dominicano podrá utilizar en sus medios de defensa ante la CIDH la sentencia que niega la nacionalidad a los hijos de residentes ilegales. En todo caso tendría que probar, por supuesto, que las alegadas expulsiones cumplían con las leyes.
Pero por el impacto de la sentencia del Constitucional el caso que ventila la CIDH, denominado Tide Méndez, torna más visible la sombra que afecta la imagen del país por alegada intolerancia contra la inmigración haitiana.
