Lluvia cocaína
Si todavía no lo han hecho, las autoridades tendrán que preguntarse cómo es posible que no cese el bombardeo de drogas a República Dominicana, específicamente por la costa este, a pesar de los frecuentes decomisos que se han realizado. La persecución es para que el narco escarmiente.
Sin embargo, como si contara con algún tipo de protección la reacción que evidencian los envíos incautados es de desafío.
¿Es la que incautan las autoridades toda la droga que ingresa al territorio? Hasta los chinos de Bonao saben que por cada cargamento que se incauta hay otro de mayor volumen que burla las barreras de seguridad. El alijo de 689 kilos de cocaína confiscado en Bayahíbe, próximo al Parque Nacional del Este, es otro toque de atención sobre las operaciones del narcotráfico.
Dos colombianos y el dominicano detenidos durante el operativo a lo mejor pueden aportar información que ayude a descubrir la estructura con que opera el narcotráfico al menos en provincias como La Altagracia y La Romana.
No se concibe que los tantos golpes no hayan provocado siquiera una pausa en el bombardeo de cocaína al territorio.