Disyuntiva con pacto
La posposición del pacto eléctrico, que estaba pautada para firmarse hoy a las 11:00 a.m. en el Palacio Nacional, reabre el abanico de interrogantes sobre la suerte del convenio. Si sorpresiva fue la convocatoria del Consejo Económico y Social (CES), más sorpresiva ha sido la posposición sin fecha de la ceremonia en un plazo de menos de 24 horas.
Lo que se advierte es que la suspensión se debió a que no estaban dadas ni siquiera las condiciones mínimas para la suscripción de un convenio cuya aprobación no contó con el consenso de todos los sectores que participaron en las conversaciones. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) había anunciado que no lo endosaría.
La firma se había anunciado primeramente para diciembre de 2017, pero se pospuso, de acuerdo con la directora ejecutiva del CES, Iraima Capriles, para buscar la rúbrica del liderazgo político. Días después el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, anunció que sería firmado en enero de 2018, con o sin el respaldo de la clase política, a la que por demás tildó de miope.
Desde entonces no se había fijado una fecha para el firmar el pacto, que con el educativo y el fiscal está contenido en la Constitución y forma parte de la Estrategia Nacional de Desarrollo.