Buena vía
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha planteado una de las posiciones más sensatas con el puente que ha tendido al Gobierno y la oposición de Venezuela para explorar una solución a la crisis que sacude a la nación suramericana.
Antes que elevar las tensiones con presiones y amenazas lo más apropiado es bajarlas con fórmulas como la mesa del diálogo propuesta por López Obrador, a la que se invitaría al papa Francisco y prominentes diplomáticos internacionales.
La paz necesita todas las oportunidades que sean necesarias para eludir la confrontación, que, como en el caso de Venezuela, puede tener consecuencias luctuosas.
Para superar la crisis, la Unión Europea e importantes naciones latinoamericanas se han identificado con una fórmula como la expuesta por el presidente de México y de ninguna manera con la opción militar que ha barajado Washington.
Demostrado que de no allanarse la vía del diálogo, la crisis de Venezuela no se va a solucionar sin importar lo severas que sean las sanciones ni los conciertos musicales que se convoquen para presionar. La intervención de López Obrador debería ser acogida por todos los que desean una salida pacífica.