Ejercicio equilibrio
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha apelado al equilibrio antes que a la confrontación en las relaciones con Estados Unidos. Las cartas que ha mostrado indican que se ha manejado con mucha destreza para no arrastrar a su país a una tensión estéril con su principal vecino y socio comercial.
A pesar de los renovados embates de Donald Trump, quien hasta ha amenazado con cerrar la frontera y sancionar al Gobierno azteca por el tráfico de drogas por la zona, López Obrador ni cede en su posición, pero tampoco ataca.
El gobernante ha dado cátedras de prudencia, sin encerrarse en una torre de cristal para resguardarse. Cuando se refiere a la embestida de Trump lo hace para resaltar la amistad y el respeto mutuo entre ambos, aunque no sea así.
Hay que reconocer a López Obrador que actúa con inteligencia, toda vez que en una confrontación con Washington su país, además de no obtener ningún beneficio, lleva todas las de perder. Pero ignora las presiones de Trump en el caso de los emigrantes centroamericanos y mantiene su independencia sobre la crisis en Venezuela, en torno a la cual propicia una salida negociada.