Mafia de Anadegas
Con el tiempo que lleva denunciando una supuesta mafia oficial en el negocio de los carburantes, la Asociación Dominicana de Detallistas de Gasolinas (Anadegas) ha debido presentar pruebas para edificar a la opinión pública o recurrir a los tribunales.
No solo carece de peso sino que cae dentro de la infamia la afirmación de Anadegas de que funcionarios del Gobierno y el Ministerio de Industria y Comercio apadrinan el contrabando de combustibles.
La entidad debe identificar a los involucrados en la supuesta mafia, además de explicar el procedimiento, máxime si la operación es tan perjudicial para los distribuidores de combustibles.
También tiene la opción, que en un Estado de derecho es la más apropiada, de querellarse contra los involucrados en la supuesta violación de la ley.
Pero extraña que en lugar de esos pasos, Anadegas, como si careciera de pruebas o no creyera en el sistema judicial, se haya quedado en el plano de las denuncias.
La entidad podrá realizar todas las protestas que considere, como la suspensión que ha anunciado de la venta de carburantes en sus estaciones, pero debe entender que las pruebas son necesarias.