El golfo Pérsico
El golfo Pérsico ha vuelto a convertirse en escenario de explosivas tensiones internacionales tras las explosiones de dos barcos cisternas, uno japonés y otro noruego, que Estados Unidos atribuyó de inmediato a Irán.
El Gobierno de Irán, que en su conflicto con Washington ha encontrado el firme respaldo de Rusia y China, negó todo tipo de responsabilidad en los atentados y atribuyó la acusación al supuesto interés de la Casa Blanca de presentar a la nación como terrorista para justificar cualquier agresión.
La causa de los sucesos habría sido una mina. El presidente Donald Trump basa su acusación, que ningún otro país ha endosado, en que después de las explosiones en el buque japonés se observa a una patrulla naval de la Guardia Revolucionaria Islámica acercase a la zona. Pero a pesar de que la tensión ha vuelto a dispararse, Trump evitó un tono demasiado beligerante y volvió a apostar por el diálogo con los iraníes.
No ha dejado de llamar la atención la coincidencia del incidente en la zona del buque japonés después que el primer ministro de la potencia asiática se ofreciera, sin éxito, para mediar en la crisis entre Irán y Estados Unidos.