El regreso a clases, bajo la modalidad virtual, plantea un cambio para muchos padres y estudiantes. Lo que no cambiará es la lista de útiles escolares, cuyos materiales se deben adquirir aunque el bolsillo se encuentre afectado por la crisis.
Con la debida planeación, las clases remotas pueden significar una oportunidad de ahorro a diferencia de años anteriores, explica la coach en finanzas personales, Sarah Despradel, quien además afirmó que aunque el gasto en útiles escolares es muy variable, porque depende bastante del requerimiento de cada colegio particular, en general estima que se debe disponer de mínimo RD$12,000, contemplando libros, cuadernos, lapiceros, lápices y estuches, entre otros.
“Con la apertura de opciones con modalidad virtual hay una oportunidad de ahorro con renglones como uniformes, mochila, zapatos, loncheras. Realmente se reduce casi a la mitad la inversión que debe hacerse comparado con el año pasado.
Pero, por otro lado, en casi todos los hogares se ha necesitado redireccionar esos gastos para adaptar espacios y lograr que sean funcionales para estos fines. Desde el aumento en planes de cobertura de internet, aumento en consumo de energía eléctrica, inversión inicial en escritorios, sillas, laptops, etc. Se traduce en cierta ‘compensación’ entre el renglón anterior y estas nuevas necesidades”, dijo.
En ese sentido, la especialista sugiere como punto de partida identificar todo lo que se requiere, tener a mano lista de libros y útiles que solicita el colegio, comparar precios, “porque en esta época hay una tendencia hacia la especulación y comparar precios debe ser el punto de partida antes de decidir la compra”.
Otros consejos de Despradel para minimizar estos gastos son: hacer un levantamiento de todo lo posible de reutilizar, como diccionarios, libros de lectura, etc, para minimizar la compra inicial e investigar ofertas.
“Me encantan los ‘cashback’ o posibilidad de obtener un reembolso por las compras aunque sea en una fecha futura, para traducir esto en mejora de la economía familiar”, manifestó.
Recordó que existe un mercado interesante de personas que cambian libros en muy buenas condiciones y es importante estar pendiente para tener oportunidad de ahorro.
“En nuestro país esto es complejo porque una misma familia no puede reutilizar en plazos cortos de dos años los libros de textos que van cambiando de editoras y esto imposibilita esta alternativa. Pero no se pierde nada en investigar”.
Concluyó que mientras, se optimicen los recursos y se programen las compras ¨espaciándolas lo que permitirá impactar el flujo mensual de una manera más adecuada.