¿Terminan los libros?
Los libros no se limitan a acontecimientos montados en su nombre. Los libros no terminan nunca. Los libros trascienden el final de toda Feria Internacional en su nombre.
Los libros permanecen con sus páginas eternamente dispuestas a entregar información, ciencia, conocimiento, emociones, mundos imaginados o reales.
Los libros tienen una oferta seductora permanente. Solo hay que estar despiertos frente a ella.
Cada libro guarda una historia de años de labor, de investigación, de inspiración y de desvelos.
Cada libro atesora un esfuerzo singular de ordenar datos, pensamientos, conceptos, revueltas imaginativas, figuras de todo tipo, para tener el efecto debido: esa marca en la conciencia individual y colectiva. Todas las grandes transformaciones sociales del planeta, se han iniciado con un libro: desde la Biblia, hasta El Capital.
Los libros no conocen de eventos.
Los libros son amigos sin condición ni agendas.
Es saludable que se monten proyectos en su nombre, que se facilite el acceso (como hoy que decenas de libreros han convocado a un domingo negro, con precios de 100 pesos o menos).
Es positivo que la Feria del Libro se haya centrado en el Libro.
Es altamente satisfactorio que se haya podido disfrutar de una feria del libro más tranquila, en cuyo campus ferial se ha podido caminar a pies con soltura y en que en su entorno no se haya establecido una marejada de vendedores informales con el consecuente entaponamiento del tránsito.