Ya no más muertas….
El feminicidio nos ha vencido. No ha habido forma. El crimen contra mujeres es un hecho cotidiano, aceptado sin chistar como parte del ritmo marcado por el curso de la existencia. Ya las noticias sobre asesinatos de mujeres, incluso frente a sus hijos, no levantan hojarasca, con excepcionales manifestaciones ciudadanas y pronunciamientos de prensa, nada interrumpe este curso de muertes que nos degradan como sociedad civilizada.
Nada ha valido.
Se han intentado estrategias oficiales. Se han invertido millones en campañas y estrategias mediáticas. Hemos publicado todos los carteles con todos los mensajes anti-feminicidio.
¿De cuál forma se podría lograr que las autoridades relacionadas con la seguridad y la vida de las mujeres escuchen el clamor de que hay que detener la epidemia de sangre y dolor que representa el asesinato de mujeres, que se manifiesta, con su maloliente manto ensangrentado?
Cada día la violencia contra las mujeres se torna más lastimosa y cruel. Cada día las mujeres tienen que pagar con su sangre, una cuota de dolor injustificable por parte de hombres violentos, (maridos, exmaridos, novios exnovios y hasta hijos), a pesar de todas las estructuras jurídicas que se han creado, pese a todas las estrategias iniciadas, en contra de las orientaciones, disposiciones e instrucciones que emanan de los organismos vinculados a la problemática.
Se han creado organismos institucionales especializados en la Procuraduría General de la República, Ministerio de la Mujer, Policía Nacional, Fiscalías de Género; a pesar de los llamados desde el sector privado; pese a la labor de los medios de comunicación que han editorializado, todos, para que cese esta locura. ¿Nos venció el feminicidio?