Más allá del dinero
A veces resulta difícil asociar, por la imagen transmitida por años por los banqueros tradicionales, vincular un ejecutivo y fundador de un banco, al quehacer del bien de la comunidad.
Pero, por suerte, hay casos que nos desmienten.
Don Alejandro Grullón tuvo claridad en sus objetivos y las fuerzas para lograrlos, apoyado en una fuerte convicción: criterio social del dinero, que supo ubicar por encima de crear la primera entidad financiera a la que otorgó clase mundial y de contribuir con espíritu y recursos a reservar desde el ambiente.
El principal valor de su ejemplo radica en su visión precursora y su capacidad visionaria, condiciones personales que destacaron en él, siendo un muchacho antes de iniciar sus aportes y precedentes en la banca. Desde que tomó conciencia como persona, de munícipe en su Santiago natal, de joven con una visión propia de su aporte a construir una comunidad mejor que la encontrada”.
El principal acontecimiento financiero y social que hizo, se anunció tímidamente en las publicaciones de la prensa social el 2 de enero de 1964 cuando en un ceremonial sencillo, se inauguró la primera oficina del Banco Popular Dominicano, en la calle Isabel La Católica, número 70.
Pero la creación de ese proyecto era una vía que buscaba ayudar a la gente por medio de dinero y no ver lo financiero como único propósito principal de su vida, para lo cual tuvo la capacidad de estructurar un proyecto bancario que llevó hasta su máxima eficiencia y proyección.
La inauguración de esa primera oficina, era la proclamación pública de una intención que tenía años de desarrollo en la mente y la acción de Don Alejandro Grullón, un hombre que se decidió a establecer una marca nacional hasta entonces inexistente, venciendo los muchos comentarios y actitudes de desaliento que consideraba que, en un país tercermundista, saliendo de una dictadura, ese sueño era imposible de concretar.
Su partida debe motivar un sentimiento nacional de agradecimiento por la labor de concretar un proyecto financiero que ha continuado fortaleciéndose y adoptando una postura de responsabilidad social.
Grullón estudióAdministración de Empresas y Ciencias Forestalesa en la Universidad de Syracuse, en Nueva York. Su gran vocación profesional era la conservación de ambiente, mensaje que reivindica hoy día el Banco Popular, por ejemplo, con estimulo de la movilidad sostenible.