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Como cada domingo

Como cada domingo

Fitur: lo que deja.

Saliendo ya del centro de convenciones Ifema Madrid, las reflexiones sobre lo que ha sido Fitur, se imponen, dado que fue la primera feria turística de trascendencia global que se produce presencial en todo el mundo.

Esta feria implicó un valor adicional además del montaje de pabellones, de las negociaciones y acuerdos bi y multilaterales, de las entrevistas de prensa, de los eventos especializados y las conferencias. Más que los titulares de prensa escrita y los tiempos premiums en los noticiarios de televisión dedicados al evento. Esa es la parte exterior.

La fuerza de Fitur radica en su valor psicológico. En haber marcado el camino del regreso al turismo, tal cual lo conocimos siempre.

Fue una edición singularmente especial con 115 países menos que en enero de 2020, cuando no se sabía que marzo de ese año, marcaría el inicio de la pandemia.

El país se ha lucido en Fitur ratificando su papel como destino turístico seguro y apetecible.

Con la conclusión de la 41 Feria Internacional de Turismo (Fitur), un marco internacional del cual sale clarísima la determinación quisqueyana de restaurar y superar los niveles de turismo receptivo que se tenían antes del 1 de marzo de 2020, cuando se inició la pandemia covid, lo que se inicia es la real recuperación total del turismo en Iberoamérica y, para el caso particular nuestro, el de República Dominicana.

República Dominicana fue a ratificar su liderazgo turístico en el Caribe y para presentar las experiencias y proyectos, sociales, culturales y financieros, que como país, fueron aplicados para encontrarnos en el camino avanzado de recuperación de la industria.

El país desarrolló en Fitur, que concluyó ayer, que ha sido una marca para el inicio del trayecto hacia el final: la meta de lograr que el turismo vuelva a ser.