Como cada Domingo José Rafael Sosa

Por Acroarte

çQuienes hemos levantado la voz para que se puedan reparar fallas en las metodologías y prácticas de selección de los ganadores del principal galardón que reconoce el arte popular y clásico de la República Dominicana, lo que pretendemos es garantizar la buena salud de nuestra Acroarte.
Alfonso Quiñones y un servidor estamos haciendo ahora un planteamiento a las dos candidatas a la presidencia del gremio acroartista, para que el tema sea trabajado internamente con toda la responsabilidad y la transparencia que demandan las circunstancias.
Hemos decidido usar los mecanismos internos para que la inquietud, que no es sólo de nosotros dos, reciba un tratamiento institucional.
Por semanas habíamos preguntado sobre los veredictos y parecía ser un tema tabú. No puede haber temas prohibidos cuando se trata de un asunto de tanto interés nacional.
Además de que los acroartistas de alguna forma somos todos hermanos, con todo y las fallas y deficiencias que podamos tener.
Tenemos que darnos la oportunidad de una rectificación y un reinicio urgente. Nos conviene por la salud del premio. Por la sanidad en Acroarte. Hay que reformular las dinámicas internas. Fomentar la transparencia y la justicia. Y con ello, darnos a respetar siempre.
Que no se derive el asunto hacia confrontaciones personales. Que las campañas internas se canalicen de forma adecuada. Que tengamos una buena presidenta de Acroarte. Tanto Emily Balderas como Cristina Liriano, son dos mujeres con integridad para hacer un buen papel y con fuerza de ánimo suficiente como para entender que hay que fortalecer la asociación y su premio. Y eso se logra, enfrentando situaciones. Sin ánimo de cazar brujas. Sin deseos de paredón moral. Para nadie. Por nada.