Como cada Domingo José Rafael Sosa

¿Referéndum a las causales?

La aprobación, en el marco del proyecto de Código Penal, de las tres excepcionales de la interrupción del embarazo, en situaciones de extrema gravedad y en las que está en peligro la vida de la madre, no debería ser objeto del juego de los dobles roles.
Los derechos humanos fundamentales no se llevan a referéndums, tal cual lo refirió la periodista Carolina Santana, del Telematutino El Día.
¿A quién, en sano juicio se le ocurriría – dice ella- llevar a referéndum, una imaginaria propuesta de matar negros por ser negros? O llevar a referéndum el derecho a la libre expresión y difusión del pensamiento.
Los temas de derechos humanos se sobreentienden por encima de las coyunturas particulares de un momento determinado, en el que lo que hace falta, es el sentido del cumplimiento de la palabra empeñada.
La aprobación de las tres causales en el marco del Código Penal, fue favorecida por las autoridades de Palacio Nacional y de quienes son mayoría en el Congreso. No es posible, a la luz de creencias religiosas – y mire que quien escribe es católico- condicionar la garantía de la vida de las madres, que hasta prueba en contrario, también son vidas.
Ya son 24 años de espera de una medida legal que impida que más casos como el de Esperancita, fallecida por la imposibilidad de interrumpir el embarazo de un feto inviable, una forma de asesinato enmascarado del cual todos y todas, por actuación o por indiferencia, fuimos responsables. Un crimen sin criminal, porque correspondió – como muchos otros- a una estructura social basada en estereotipos, mentiras falsamente cristianas.
¿Cómo es posible que estemos bregando con el tema de las tres causales cuando el tema ya hoy ha sido aprobado y con otras condiciones de mucho mayor alcance, en la mayoría de los países del mundo?
¿Cómo es posible la vacilación legislativa? Ya los actuales diputados tienen sus curules aseguradas por lo que no deben temer.
Me llama particularmente la atención que quienes están llevando la vocería en el tema, para condicionarlo y finalmente lograr que se quede en el aire, son hombres, que nunca, nunca, tendrán que decidir jamás sobre hacerse o no un aborto.
Los compromisos son eso…compromisos.
La palabra empeñada es eso… palabra empeñada, aún fuera en campaña electoral.