Santo Domingo.- Los grupos mafiosos que transportan ilegales desde Centroamérica, Haití y República Dominicana tienen una estructura bastante amplia y bien organizada, que va desde vínculos con carteles de drogas hasta transporte de armas hacia distintos países.
Gracias a la bondad del Internet y las distintas redes sociales, pudimos investigar, a través de entrevistas con algunos viajeros, cómo funcionan dichos grupos, que «trafican de todo y venden su alma al diablo».
Tienen enlaces en Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador y República Dominicana. En este último país se coordinan los viajes de haitianos, cubanos y venezolanos, iniciando la aventura hacia Estados Unidos.
También te podría interesar: Dominicanos siguen varados en México, a espera de cruzar a EEUU
Mientras, en El Salvador y Guatemala también se enlaza a ilegales cubanos y venezolanos.
Cuando los ilegales llegan a México, los esperan individuos que muestran poco su rostro, visten ropa militar y usan armas de guerra, como muestra de «su buena organización». Se conocen como «coyotes» en el mundo de la ilegalidad.
Cobran todas sus operaciones en dólares y alojan en hoteles a viajeros de mayor poder adquisitivo, mientras a otros los esconden en fincas alejadas de la zona urbana.
«Cuando llegué a México, me pidieron mi número de teléfono y el de mi madre. Pasé varios días en una finca hasta que viajé al DF (Distrito Federal), para desde allí abordar un tren con destino a la frontera», narró uno de los aventureros, quien tras un mes de haber salido de República Dominicana, aún lucha por llegar a Estados Unidos.
También puede leer más: Dominicanos van a EEUU vía México en busca del «sueño americano»
«He pasado mucho trabajo aquí (en México), no sabía que la cosa era de esta manera, si hubiera sabido, me quedo en mi país. Me monté en la capota de un tren cargado de mercancías para llegar a la frontera y el miedo me estaba matando porque estaba solo en el techo», lamentó.
Otro narró que los traficantes o «coyotes», son muy estrictos en sus asuntos y que pocas veces se comunican con los viajeros.
«Siempre envían a otras personas a gestionar sus asuntos. Es una larga cadena de servidores que negocian con cualquier cosa y hasta venden su alma al diablo», afirmó.
El número de dominicanos que ha viajado a Estados Unidos de forma ilegal, vía México, se ha elevado en los últimos meses, en cuya travesía, muchos pagan hasta 400 mil pesos para lograr su meta.