¿Quien no se impresiona ante la noble belleza de los flamencos rosados del Caribe?
¿Quién es capaz de rechazar la oferta de quien le ofrece en venta, para sus jardines, una parejita de flamencos?
El doctor Adrell Nuñez, director de Ciencia y Conservación del Parque Zoológico Nacional, advierte que comprar flamencos es el peor negocio que se puede hacer.
La gente los compra (ilegalmente) por el color rosado, pero explica que esas aves obtienen ese hermoso rosado principalmente de una sustancia llamada caroteno, la cual sintetizan de sus alimentos naturales (algas, moluscos, crustáceos y ciertos microorganismos).
Explica que es prácticamente imposible conseguir o mantener ese tono rosado cuando el flamenco está en cautiverio.
Explica que el hermoso animal que se compró en la calle, va perdiendo su color gradualmente, hasta llegar a un estado nutricional tan pobre, que termina en la inminente muerte de los mismos.
La ciencia explica
El flamenco del caribe (Phoenicopterus ruber), es un ave de la familia Phoenicopteridae, que vive en varios lugares de África, Asia, Europa y América y de entre los cuales la subespecie: (P. r. ruber) es la que se encuentra en las Antillas, la península de Yucatán, el norte de Colombia y Venezuela y las islas Galápagos.
Belleza y estatura
El flamenco del Caribe es un ave alta que alcanza entre 120 y 140 centímetros de altura. Es esbelta; el macho pesa en promedio, 2,8 kg y la hembra 2,2 kg. Puede verse en lagos poco profundos y aguas costeras.
El ave se ha especializado en alimentarse en lagos con grandes concentraciones salinas o alcalinas. Obtiene su alimento desde el sedimento limoso del fondo.
Estas aguas contienen suficiente alimento para satisfacer a un gran número de aves, que consumen insectos, camarones, y pequeñas plantas, diatomeas y otras algas.
El flamenco común vadea por aguas bajas, hace descender su largo cuello y sobre el agua a través de su pico vuelto hacia arriba. Dentro de este, diferentes animales pequeños son recogidos entre unas finas placas (lamelas), dispuestas como las laminillas de un peine, entre las cuales pasa el agua.
Los lagos adecuados son pocos y están alejados entre sí, y estas aves deben recorrer grandes distancias desde un lugar de alimentación a otro, con frecuencia en grandes bandadas.
La hembra pone un solo huevo blancuzco como tiza, entre mayo y agosto. Hembra y macho lo incuban hasta que empolla por un período de 28 a 32 días y ambos cuidan del juvenil hasta su maduración sexual que puede tardar 6 años.
La longevidad esperada del flamenco es de 40 años, una de las más largas dentro de las aves. Los juveniles nacen con plumaje rojizo como los adultos pero a los pocos días se torna grisáceo.
Para atraparlas
Las técnicas utilizadas por los desaprensivos que capturan estas hermosas aves van desde trampas sumergidas, hasta la captura física y como si esto fuera poco, inmediatamente proceden a arrancar las plumas primarias de una de sus alas para evitar el vuelo.
Luego, son sometidas a un nivel tan alto de stress que muchas mueren (alrededor del 30% muere debido a una miopatía por captura, una condición que se da en animales sometidos a niveles altos de stress), para luego ser exhibidas en autopistas y patios para ser vendidas a cualquiera que se vea sorprendido por su hermosura.
Flamencos en ZooDom
Durante 12 meses, el ZooDom ha recibido, producto de incautaciones de Medio Ambiente, 14 flamencos rosados, decomisados a personas que los vendían en avenidas y lugares públicos,
Adrell Nuñez indica que esas aves han sido salvadas de una muerte segura.
Insiste en que la gente no compre flamencos.

