Por Jorge Gonzaléz
(jgo.jorgegonzalez@gmail.com)
Después de años de denuncias de parte de la ciudadanía de Villa Juana y otros sectores, la gestión pasada de la alcaldía del Distrito Nacional inició el rescate de la verja perimetral y aceras del Cementerio Nacional de la Máximo Gómez.
Las denuncias explicaban que por ahí no se podía caminar, ya que las aceras estaban destruidas y ocupadas; pero quizás lo más importante y preocupante era que malhechores atracaban personas y luego saltaban la pared del cementerio y se refugiaban en el.
Aunque además en tiempos atrás este cementerio principalmente se había convertido en una forma de hacer dinero ya que otros grupos de delincuente se dedicaban a destruir nichos en busca de hierros, y algunos se dedicaban a saquear tumbas.
En una primera etapa se empezó a subir los muros que bordean el campo santo, pero por las elecciones y la pandemia los trabajos quedaron a medias.
La nueva alcaldesa Carolina Mejía dándole continuidad a los trabajos de su antecesor, ya culminó los trabajos del muros e inicio la siembra de algunos árboles en las áreas verdes de las aceras.
Al muro perimetral le subieron 1.8 mts que lo llevo a una altura de 3.90 mts, por lo que la ahora el nuevo muro será de 2, 625 m2 en bloque de 6 pulgadas con bastones a 60 cms de separación.
Pero los trabajos nuevamente han sido detenidos, y sigue el deterioro de los contenes y aceras, y la ocupación desconsideradas de los negocios y talleres de todos los alrededores que las usan como base de operaciones para reparar vehículos, tintar cristales y exhibir partes de maquinas.