¿Qué Pasa?

¿Cuáles son los amores que matan?

¿Cuáles son los amores que matan?

Hay amores que construyen, te ilusionan, te elevan, te estabilizan, te hacen feliz. Pero estarás de acuerdo en que existen otros amores, tan negativos, que sientes que te destruyen y casi te matan.

Basada en su experiencia y las conclusiones de su libro “Amores que matan”, la psicóloga argentina Patricia Faur, explica con lujo de detalles estos amores dañinos que muchas veces llegan a nuestra vida y dejan sus huellas. La experta, que ofrecerá una conferencia en el país el viernes 21 de este mes, con asistencia por invitación, expresa que el amor construye, hace crecer, da bienestar y aquello que destruye y mata, en rigor, no es amor, aunque invoquemos su nombre. “Se trata de obsesiones, apegos patológicos, dependencias emocionales o vínculos adictivos.

Y hablamos de adicción porque, a pesar de saber que le hace daño, la persona no puede dejarlo ni apartarse y tiene la ilusión de poder controlarlo y dejar de sufrir. De hecho, las relaciones más tortuosas, pasionales, conflictivas y prohibidas entran dentro de esta categoría”. Asegura que estos “amores que matan” van minando la autoestima de las personas, las hacen sentir humilladas y degradadas y las someten a la espera de un amor que no llegará.

La identificación es sencilla -explica- en el buen amor puede haber conflicto, momentos de tensión y desacuerdos, pero en los amores tóxicos las personas se enferman gravemente de depresión, y de todas las enfermedades que son consecuencia del estrés crónico. En los amores constructivos se desea el bien y la felicidad del otro, mientras que en las relaciones destructivas el otro es sólo una posesión utilizada para provecho propio.
¿Cuáles son los amores que matan?

La experta detalla que los amores que matan son los que tienen que ver con el desamor y la violencia emocional en todas sus formas: relaciones pasionales que terminan y recomienzan una y otra vez, amores imposibles que te dejan anclado en la espera, situaciones de maltrato psicológico, mentiras y traiciones permanentes, relaciones con personas inestables que te hacen vivir con la amenaza del abandono, amores con una persona que padece celos patológicos o la codependencia, en sentido estricto, es la relación con alguien que padece alguna adicción como el alcoholismo, la ludopatía o la drogodependencia.

Para identificar esos amores tóxicos y alejarnos a tiempo, Faur dice que lo más importante es no apresurarse. “El enamoramiento del inicio produce una borrachera química en el cerebro que impide evaluar con claridad. Ese estado puede durar entre seis y ocho meses y sería prudente no tomar decisiones que involucren aspectos importantes de su vida durante ese período. Es prudente escuchar los ‘signos’ que provocan malestar o que están alejados de tus valores”, dijo.

“Las parejas pueden tener gustos o intereses diferentes, pero si hay valores distintos podemos dar por seguro que no va a funcionar. Me gusta decir que es bueno ‘escuchar con las vísceras’, porque el estómago no miente y la cabeza, sí. Podemos minimizar algunas actitudes del otro que rechazamos y no nos gustan y verlas como intrascendentes, pero ‘algo’ nos indica un malestar y se encienden las alarmas. Sería bueno escucharlas desde el principio”.

¿Podemos enseñar a amarnos bien?

La autora de numerosos libros de psicología afirma que no podemos hacer nada, ni didáctica ni pedagogía, en nuestras relaciones, ni ser maestros de nadie. Considera sería de una gran descalificación hacia el otro y de soberbia por nuestra parte, intentar corregir emocionalmente a la pareja. Lo que podemos hacer es aprender nosotros mismos a amar bien. Si lo hacemos, nos daremos cuenta rápidamente si somos bien amados.

De si las personas que aman mal y hacen daño lo hacen a propósito, detalla que hay algunos casos de intencionalidad de daño manifiesta como el de las personalidades psicopáticas, perversas o manipuladoras que saben muy bien el daño que causan, pero no les importa porque carecen totalmente de empatía, es decir, de la posibilidad de ponerse en el lugar del otro.

“En otros casos no hay intención, pero se daña igual, cuando se trata de personas infantiles o irresponsables que no miden el daño que pueden causar con sus acciones. Muchas personas no han aprendido a manejar sus sentimientos y emociones, pero así como cuando no puedes manejar un dolor recurres al médico, si no puedes manejar un sentimiento podrías ir al psicólogo o al psiquiatra”.

¿Cómo sé que me están amando bien?

La psicóloga expresa que es simple: si te aman bien no hay sufrimiento, ni te enfermas, ni sientes que quieres morir, ni tienes miedo de que te controlen, te traten mal o te maten.

“El amor, el buen amor es ser feliz con la felicidad del otro. De modo que si estás con alguien que aplaude tu libertad, que te permite ser quien sos sin máscaras, que te regala palabras bellas para acariciarte el alma, que te acompaña en los malos momentos, que no te juzga ni te descalifica, pues entonces podemos pensar que vas por el buen camino”.

UN APUNTE

Sobre la psicóloga

La terapeuta argentina viene al país invitada por la psicóloga Ana Simó con el objetivo de impartir una conferencia el viernes 21 de este mes en el salón de capacitación Rafael García Álvarez del Centro Vida y Familia, además de jornadas de actualización.

Entre otros títulos, es licenciada en Psicología, UBA, Magister en Psiconeuroinmunoendocrinología, Posgrado en Ginecopsiquiatría y Posgrado en Neurología para psicólogos.

Ha publicado diversos libros relacionados al área, entre ellos: “Amores que matan”, “Sospechas verdaderas” y “Amores fugaces”.