El Gobierno dominicano se ha comprometido con Estados Unidos a excluir a suplidores de equipos y tecnología 5G que sean considerados “de alto riesgo”, como forma de “salvaguardar la seguridad nacional de ambos países”, una declaración de compromiso diplomático que parece dirigida a descartar ese tipo de servicio ofrecido por la empresa china Huawei.

La decisión anunciada fue después de una reunión de más de dos horas en el Palacio Nacional entre el presidente Luis Abinader y el canciller Roberto Álvarez con el subsecretario estadounidense, Keith Krach y la embajadora Robin Bernstein.

En una declaración junto al subsecretario Krach, el canciller Álvarez informó que el país se sumó a la “Red Limpia”, que provee a más de 50 países y 170 empresas de telecomunicaciones “una base confiable para garantizar la seguridad de su información más sensible”.

La presencia de un funcionario de alto nivel de Estados Unidos ofrece una idea de la importancia o trascendencia que significa la adhesión de República Dominicana a esa “Red Limpia”, que parece estar vinculada con los esfuerzos que realiza Washington para impedir la expansión en occidente de la tecnología 5G mercadeada por Huawei.

La clave de esa decisión podría encontrarse en lo dicho por el subsecretario Krach de que “La participación de República Dominicana en la Red Limpia allana el camino para la expansión de las inversiones del sector privado estadounidense y fortalece las garantías mutuas para socios de la región y de otras partes del mundo con ideas afines”.

Reino Unido revocó un acuerdo con la empresa china de telecomunicaciones luego que Washington advirtiera que la tecnología 5G de Huawei representa un peligro para la seguridad interior de Estados Unidos, que también previno que Brasil sufriría las consecuencias, como pérdida de inversiones si opta por utilizar esa empresa.

Estados Unidos objeta que sus socios comerciales accedan a la quinta generación de tecnología móvil (5G) servida por Huawei, porque considera que serviría como base de espionaje para la captura de información relevante sobre propiedad intelectual, entre las que figuran la industria de fármaco y la de software.

Aunque la declaración del canciller Álvarez y del subsecretario Krach se refiere al compromiso de no utilizar equipos y tecnología 5G de alto riesgo, para salvaguardar la seguridad nacional de ambos países, corresponde al Gobierno explicar más detalladamente el alcance de ese acuerdo porque quizás se conceda más de lo que Washington pide o exige.