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¿Debate sin candidatas?

¿Debate sin candidatas?

Susi Pola

El anunciado debate presidencial promovido por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, ANJE, para el próximo 24 de abril, solo invita a candidatos de partidos políticos que obtuvieron al menos el 5 % de los votos válidos en las elecciones presidenciales del 2020.

Tratándose de una asociación de personas jóvenes del empresariado, resulta sorpresivo el aviso que significa una limitación a sus propios objetivos de aportar soluciones visionarias y concretas, que sean innovadoras y promuevan la reflexión y el análisis de cara al futuro del país y su desarrollo económico, social e institucional.

De acuerdo con el Índice Global de Brecha de Género, IGBG, en República Dominicana hay una brecha de género de 70.4%, situándose en el puesto 81 de los 155 países del mundo medidos para el año 2023. Esta escala, compara anualmente desde 2006, la evolución de la paridad entre las mujeres y los hombres, rastreando el progreso y esfuerzos de los diferentes países para cerrar esas brechas.

El IGBG, mide el tamaño de la desigualdad de género en las oportunidades y la participación económica, los logros educativos, en el mundo laboral cualificado, en la salud y la supervivencia o esperanza de vida. En 102 países cubiertos de manera continua desde 2006 a 2023, al ritmo actual de progreso, proyectan que necesitaremos 131 años para la paridad total.

Si miramos en términos de derechos las oportunidades y participación económica, laboral, de educación y salud, las dominicanas, tenemos menos autonomía que los hombres, un problema que se origina en la infancia y es difícil de superar.

Y las cifras relevadas en la prensa el pasado viernes 8 de marzo, reafirmaron la necesidad que tenemos como reto nacional de nivelar las brechas entre los hombres y las mujeres para poder hablar de democracia, porque nosotras, somos la mitad de este país y responsables en todos los términos, de la otra mitad.

Entonces, ¿cómo se puede convocar a una acción democrática excluyendo las nuevas posibilidades que, necesariamente han de ser minoritarias, pero valiosas en la acción inclusiva del ejercicio de la democracia? Además, ¿cómo ignorar, qué hay una necesidad constitucionalizada de encaminar al país en la igualdad como justicia humana?

Las dos únicas mujeres candidatas a la presidencia del país, María Teresa Cabrera y Virginia Antares, representan las aspiraciones de las mujeres de nuestro país desde el machista sistema de la política y necesitamos escucharlas en el debate para estar representadas.

Es de justicia constitucional y democrática.