La JCE no la tiene fácil. Además de las revelaciones sobre el supuesto financiamiento ilícito del PLD ha sido apoderada por ese partido de una agresión de la Policía a su sede principal de la avenida Independencia.

Son dos episodios que tendrá que investigar, así como la campaña prematura que a todas luces despliegan el PRM, el propio PLD y Fuerza del Pueblo.

El disfraz no impide ver que todas las organizaciones están en ejercicio proselitista. No es que las perspectivas sean sombrías, pero los acontecimientos desafían la autoridad del órgano para hacer valer las reglas de juego.

Los peledeístas afirman que la Policía lanzó bombas lacrimógenas de manera deliberada en el interior de su local. Algunos voceros de la organización se han ido más lejos al decir que la agresión fue ordenada por el presidente Luis Abinader.

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El caso es que la JCE tendrá que tomar una decisión sobre la instancia elevada por el PLD, pero también sobre el supuesto financiamiento ilícito a la organización y sus principales candidatos en las elecciones de 2020.

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Y por el curso que lleva el proceso tal parece que no puede dejar de llamar a capítulo a los partidos para que se sometan al mandato de las leyes.