El frente opositor del que habló el expresidente Leonel Fernández para las próximas elecciones se ha malinterpretado como si se tratara de una alianza de su partido y el PLD.
Ha habido que hacer la aclaración para despejar las confusiones que se han creado. De todas formas persiste la interrogante de quién encabezaría el frente o, en todo caso, del método que se utilizaría para escoger el candidato presidencial.
Si el frente es en torno a la candidatura de Fernández, la propuesta se reducuría a un disfrazado reclamo de adhesión. Estaría por ver entonces si el PLD prescinde de la candidatura de Abel Martínez para respaldar a Fernández.
Al menos por ahora se ven escasas las probabilidades de que prospere una alianza opositora a la que ha hecho el líder de Fuerza del Pueblo al responder preguntas de periodistas. Además del obstáculo de la candidatura se advierte la indecisión en torno a la propuesta de los partidos opositores.
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En 2004, cuando todas las evaluaciones daban a Fernández y al PLD favoritos para ganar las elecciones, una propuesta similar prendió. Pero ahora las condiciones son diferentes de las que imperaban entonces.