POR: Antonio Almonte
aalmonte@hotmail.com
Setenta años de soledad
Durante más de siete décadas el Instituto de Oncología «Dr. Heriberto Pieter» ha tenido que desempeñar las funciones de un hospital nacional de oncología, lo que le ha obligado a desarrollar las capacidades propias de un centro de tal envergadura.
Por ejemplo, según estadísticas del propio Instituto, entre los años 2008 y el 2012 el centro atendió a 12,643 nuevos pacientes con cáncer, provenientes de todas las regiones del país.
El cáncer es una enfermedad compleja, que requiere un riguroso diagnostico basado en imágenes, biopsias, análisis patológicos, gammagrafía, etc., por lo que la cifra 12,643 apenas sugiere el amplio espectro de los servicios especializados demandados por esos pacientes.
En consecuencia, para cumplir sus funciones el Oncológico cuenta con un formidable laboratorio de patología, y una red de departamentos especializados entre los que cabe citar los de: cirugía oncológica, ginecología oncológica, urología oncológica, cáncer gástrico, cáncer pediátrico, radioterapia externa y braquiterapia ginecológica de alta tasa de dosis.
Además, dispone de un servicio de medicina nuclear con dos gamma cámaras en las cuales realiza estudios gammagráficos a más de 40 pacientes por día, y aplica unos 16 tratamientos semanales con yodo radiactivo a pacientes con lesiones de tiroides. Es el más grande servicio de ese tipo en el país.
En otro orden, el Instituto mantiene una Clínica del Dolor para pacientes con cáncer; un departamento de sico-oncologia, dos farmacias especializadas en medicamentos para cáncer; un cuerpo de voluntarias, honorificas; y una extensa red de relaciones internacionales. Un punto luminoso ha sido su escuela de formación de oncólogos, única en el país.
Del 1981 al 2008, dicha escuela había graduado un total de 93 especialistas, incluyendo a 35 cirujanos oncólogos, 34 ginecólogos oncólogos y 24 oncólogos clínicos. Eso significa que más del 90% de los oncólogos que trabajan en los hospitales y clínicas del país fueron formados en el viejo Oncológico.
En conclusión, el Instituto «Dr. Heriberto Pieter» es una valiosísima joya medica, parido por la sociedad dominicana y administrado por la Liga Contra el Cáncer durante 70 años de trabajo pulcro con mínima ayuda oficial.